Oscar Pedrozo

Que persona más especial, noble, sencilla,

nunca desistió.

Hemos compartidos muchos momentos que a través de los años nos han hermanado, muchas tardes noches de mate, muchas conversaciones, tantas cosas que realmente al tiempo le faltará tiempo para borrarlas.

Siempre me voy a fijar en lo bien que me conocías y tolerabas, era fácil hablar contigo de cosas difíciles, de temas enredados, conocías mucho de mí tanto como desconocías, quizá sea normal.

Muchos sábados y muchos domingos, recordarán nuestra labor, quizá no fue la mejor, pero aunque yo me escapaba, siempre estuviste, y eso lo llevé en cuenta siempre.

Entre los recuerdos más importantes, siempre estarás, con tus convicciones, con tu postura y tu fe inquebrantable, y estaré yo a un paso, alentándote siempre a seguir adelante.

Oscar, gracias por haber estado siempre, en las buenas y en las malas, (en la salud y en la enfermedad), gracias por haberme escuchado, acompañado, gracias por todo. Gracias, Hasta la siguiente estación.